in English – http://crossroadorg.info/en/appeal-9-1-2024-en/
in French – http://crossroadorg.info/en/appeal-9-1-2024-fr/
in Russian – http://crossroadorg.info/appeal-9-1-2024/
La traducción al español estuvo a cargo de Nicole y Victoria Agadzhanyan.
Nosotros, los abajo firmantes, hacemos un llamamiento en su persona a la dirección de la ONU con un llamamiento a tomar medidas efectivas urgentes para restaurar los derechos y el retorno a su tierra natal de la población indígena armenia de Nagorno-Karabaj/Artsaj, expulsados como resultado del genocidio cometido por el régimen de Azerbaiyán a través de la limpieza étnica de los armenios que viven desde hace miles de años en su tierra natal.
A la vista de todo el mundo, Azerbaiyán, desde 2020, ha creado deliberadamente unas condiciones de vida insoportables que estaban diseñadas para llevar a la destrucción física total o parcial del pueblo armenio de Artsakh, ha llevado a cabo una limpieza étnica, forzándoles a un doloroso desenlace. Como resultado,
Azerbaiyán en dos etapas -después de sus agresiones en 2020 y en 2023- expulsó de Artsaj/Nagorno-Karabaj a todos los supervivientes de la población armenia de 150 mil personas. Además, en la segunda etapa, contra el 80% de la población, llevó a cabo un cruel e inhumano bloqueo y asedio durante 10 meses, ignorando la decisión de la Corte Internacional de Justicia del 22 de febrero de 2023. Violando una vez más el principio fundamental de la ONU de no uso de la fuerza, Azerbaiyán se apoderó de territorio por medios militares, lo que provocó varios miles de víctimas civiles, miles de desaparecidos y cientos de prisioneros. Al mismo tiempo, Azerbaiyán declaró cínicamente el no reconocimiento de los derechos civiles, políticos, culturales y de otro tipo de la población armenia autóctona de Artsaj.
El pueblo de Artsaj defendió su derecho a la autodeterminación en una difícil lucha contra la agresión y la limpieza étnica azerbaiyanas. Azerbaiyán abandonó la URSS con graves violaciones de la legislación vigente, rechazando la sucesión legal con la RSS de Azerbaiyán, de facto y de iure sin la Región Autónoma de Nagorno Karabaj. Esto dio al pueblo de Artsaj el derecho, de acuerdo con las leyes de la URSS y las disposiciones del derecho internacional, a decidir de forma independiente su destino futuro, creando una entidad estatal independiente, asegurándola en el estatus de la República de Nagorno-Karabaj (República de Artsaj). Este hecho se constata en la Resolución del Parlamento Europeo de 11 de marzo de 1999 “Sobre el mantenimiento del proceso de paz en el Cáucaso”, en la que se afirma que “la región autónoma de Nagorno-Karabaj declaró su independencia siguiendo declaraciones similares de antiguas repúblicas socialistas soviéticas tras el colapso de la URSS en septiembre de 1991″. http://crossroadorg.info/ep-1999/
Pero ahora, tras la toma por la fuerza del territorio de Artsaj por parte de Azerbaiyán en 2023 y la expulsión efectiva de más de 100.000 indígenas de Artsaj de su patria milenaria, de sus hogares, el genocidio cometido por Azerbaiyán se ha convertido en una terrible y cruel realidad.
Para los armenios de Artsaj, la vida en su patria ancestral es una cuestión existencial, una cuestión de la existencia como tal de una comunidad nacional-cultural. Las falsas declaraciones de las autoridades de Azerbaiyán sobre la importancia de su integridad territorial son un intento de ocultar la esencia de sus acciones: la
liquidación de la población armenia autóctona del territorio de Artsaj. La expulsión de los armenios de su tierra natal es uno de los factores clave de la política constante de Azerbaiyán, no sólo de limpieza étnica, sino también de destrucción del patrimonio histórico y cultural de la región y de la política conexa de falsificación de los hechos históricos. En este sentido, Nagorno-Karabaj/Artsaj repite el triste destino de la República Autónoma de Najicheván, de la que la población armenia fue expulsada por la fuerza y numerosos monumentos arquitectónicos y de otro tipo de la antigua cultura armenia en su territorio fueron completamente destruidos (estos hechos han quedado reflejados en las declaraciones de las organizaciones internacionales más autorizadas UNESCO, ICOMOS, AAAS).
Hacemos un llamamiento a la comunidad mundial en su persona para que aborde con responsabilidad el flagrante hecho del genocidio en una región tan significativa, histórica y culturalmente única, una de las cunas de la civilización, que dio al mundo grandes nombres y grandes logros de la cultura y la ciencia armenias. (Baste mencionar que una de las primeras escuelas de escritura armenia surgió en Artsaj en el siglo V d.C. en el monasterio cristiano de Amaras, fundado por el creador del alfabeto armenio Mesrop Mashtots). La destrucción de la autonomía nacional y cultural de Artsaj no sólo sería un crimen de las autoridades azerbaiyanas, sino también la mayor desgracia civilizatoria para el mundo entero, para toda la humanidad, para los ideales del humanismo y las normas del derecho internacional, las nociones básicas de humanidad, justicia y patrimonio cultural universal. Los líderes mundiales no pueden sino darse cuenta de que, con su connivencia con el crimen cometido por el régimen del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, son cómplices del genocidio de los armenios autóctonos de Artsaj, todo un grupo étnico con su cultura e historia centenarias.
Han pasado tres meses desde que la Asesora Especial del Secretario General de la ONU para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Nderitu, “reiteró su
preocupación” [Enlace](https://www.un.org/en/genocideprevention/documents/Statement_Armenia_Azerbaijan_10%20October_2023.pdf). Durante este tiempo, se han presentado numerosos llamamientos de docenas de organizaciones a la ONU instando a medidas prácticas específicas [Enlace](http://crossroadorg.info/appeals-un-2023/). No ha habido reacción por parte de la ONU y la Oficina de la Asesora Especial para la Prevención del Genocidio (OSAPG), a pesar de que el mandato de la OSAPG considera la cooperación con la sociedad civil y las organizaciones públicas como una prioridad [Enlace](https://www.un.org/en/genocideprevention/civil-society.shtml). También ha expirado el plazo para que Azerbaiyán ejecute la Decisión de la Corte Internacional de Justicia [Enlace](https://aga-tribunal.info/en/icj-17-11-2023-en/). Una vez más, Azerbaiyán demuestra total y cínico desprecio por el derecho internacional. Lo que se necesita no son declaraciones y resoluciones sin consecuencias reales, sino medidas prácticas específicas.
Con el fin de prevenir la destrucción de la comunidad nacional y cultural de la población armenia de Artsaj por parte de Azerbaiyán, apelamos a la ONU y a sus
líderes con una solicitud:
1. Sobre una videoconferencia para el intercambio de opiniones entre un representante de la OSAPG y representantes de organizaciones públicas que han
enviado repetidamente cartas a la ONU.
2. Convocar una Sesión Especial Extraordinaria de la Asamblea General de la ONU para tomar una decisión sobre la restauración de los derechos violados y proporcionar garantías para el regreso seguro de la población armenia indígena de Artsaj a su territorio de residencia permanente.
La ONU ha formulado repetidamente los principios del respeto a los derechos humanos, las minorías nacionales y los pueblos indígenas con el objetivo de prevenir
el genocidio en cualquier estado. Azerbaiyán, que sigue una política coherente de exterminar a la población armenia indígena de Artsaj, intenta presentarlo como un asunto de su integridad territorial. Pero esta política debe recibir una clara evaluación legal por parte de la comunidad internacional. Según la Declaración sobre Principios del Derecho Internacional No. 2625 del 24 de octubre de 1970, el principio de integridad territorial no es aplicable a los Estados que no garantizan derechos iguales para los pueblos que viven en ellos y no permiten la libre autodeterminación de dichos pueblos. Este principio se ha desarrollado en la norma del derecho internacional “La responsabilidad de proteger”, introducida por la ONU en 2005, que postula la idea de que la soberanía de un estado conlleva la responsabilidad de proteger a su población de atrocidades masivas y violaciones de derechos humanos, y en caso de falla de dicha protección, la responsabilidad se transfiere a la comunidad internacional. En la situación de la catástrofe humanitaria que está experimentando actualmente el pueblo de Artsaj, la existencia de bases legales para la aplicación de “La responsabilidad de proteger” se ha vuelto más obvia y relevante que nunca. Y se requiere la voluntad política de los líderes de la comunidad internacional, representados por la ONU, para aplicar esta norma y salvar a los civiles del sufrido Artsaj.
La ONU no solo ha formulado los principios más importantes del derecho internacional para proteger a los pueblos del mundo de atrocidades, sino que también
tiene herramientas y mecanismos efectivos para prevenir la limpieza étnica y otras formas de genocidio en conflictos interétnicos, que en la práctica han demostrado su eficacia. Pedimos a la ONU que utilice todos los medios disponibles para proteger a la población de Artsaj de los abusos flagrantes de las autoridades azerbaiyanas: introducir un mandato de la ONU en el territorio de Artsaj, otorgar a Artsaj el estatus de “territorio temporal y directamente administrado por las Naciones Unidas” para devolver a la población armenia exiliada de Nagorno-Karabaj/Artsaj a sus hogares, proteger sus vidas, derechos y libertades, incluido el derecho arduamente ganado de este pueblo a vivir en su tierra, y preservar y desarrollar su cultura distintiva.
16 de enero de 2024